miércoles, 28 de octubre de 2009

Dos mecheros por un euro


Creí que diría algo, pero no, ella guardó silencio. Movió ligeramente la cabeza de un lado al otro, con amargura, yo que estaba sentado frente a ella, la miré y encontré sus ojos con complicidad. No solo nosotros, sino todo el vagón del metro de la línea roja sentimos lo mismo. Decepción sin saber dirigirla y preocupación.

El inmigrante vendía mecheros a dos por un euro y entró en una discusión con otro, español, en estado de plenitud laboral que según el pedía dinero porque no tenia que comer y prefería esto a robar. La discusión se centro en quien había subido al carro primero a pedir dinero. El inmigrante cedió y guardo sus mecheros.

Había visto a gente pedir en el metro, cosa que se hace cada vez más frecuente, pero nunca a dos a la vez, ni menos que se pelearan por una moneda.

No es extraño y mientras abundan las noticias por corrupción, España soporta a cuatro millones y medio de personas sin empleo y a un millón de familias sin ningún miembro trabajando.

Desafortunadamente no necesito mecheros.

miércoles, 14 de octubre de 2009

El día que te deje marchar

Lo hermoso de sentirse amado, querido, respetado. Compañero.
La frustración de no poder corresponderlo, por no sentir, por no poder, por no saber.
Aún así, todos estos episodios dramáticos crean en mi un sentimiento de normalidad, de saber que soy real y que se me ha dejado, llorar, sentir, sonreír, frustrarme y esperanzarme. Los niños con las manos atadas no pueden pintar, ni jugar ni equivocarse.
Tuve años mis manos atadas y puedo decir que es mejor pintar, aún manchando la pared, que no haberlo hecho nunca. Es mejor haber amado una vez , al menos, que no haber amado jamás.

El día, en que después de seis meses te dejé marchar

sábado, 10 de octubre de 2009

Quiero Votar!


Ayer soñé con Pinochet, no con el en persona gracias a dios, pero si con un personaje que decía con orgullo que era pinochetista. Si hasta en sueños me sigue la figura de este señor!.
Los chilenos en el extranjero lo sabemos, querámoslo o no tenemos una marca en la frente que dice “Pinochet”. Yo me he puesto alcohol, jabón cada día, y hasta me pase la piedra pómez , pero la marca sigue allí. Vengo del país donde este señor hizo lo que quiso.
Hoy me di cuenta que la marca sigue allí, aún después de tanto tiempo!.
Este señor y sus secuaces nos impiden a los ciudadanos chilenos en el exterior manifestar nuestra opinión, nuestra opción por quien será el que dirija a Chile los próximos cuatro años. En el año 2009 esto es impresentable.
Estoy enterado de los sucesos de Chile, tengo una opinión clara y certera, tengo esperanzas, me siento y soy chileno y quiero influir en el futuro de mi país. Quiero participar. Y no puedo.
Todo por esta marca en la frente.