Treinta , cerraditos.

El nadador italiano Perico Pérez de los palotes es un veterano a sus veintiocho años, según el comentarista del mundial de natación. El único tenista número uno que ha tenido Chile, hoy juega en torneos “senior”, con poquitos días más de treinta años.
Jolines …y yo que me creía eso de que John Lennon había muerto joven!

Hoy cuando me preguntan cuantos años tengo ya no puedo decir veinte y tantos ahora debo decir “treinta”, cerraditos.

Y aún no se si sentirme “veterano” “senior” o un joven aún, como me decía mi vecino de sesenta y cinco.

Mis amigos que aún tengan “veinte y tantos” se reirán de mi cambio de folio. A los de la década de los treinta: señores me uno a vosotros. A los de la década de los cuarenta: estimados, los veo menos viejos. Y a los queridos de mayor edad: si, es verdad los años pasan rápido, voy para allá.

Con luz de día no tengo ninguna arruga aún, a contra luz, alguna loca por ahí, pero no las cuento, son marginales. Mis pulsaciones se elevan por sobre la media y mi índice de masa corporal es menor que la mayoría de los españoles atiborrados de chorizos y jamones. Pero debo confesar que en un mano a mano, en un pique de 100 metros con uno de veinte ya no soy el mismo, como que me cuesta más acelerar, me cuesta más meter la cuarta… perdón la quinta. Si antes era un BMW ahora soy un Renault Clio.

Cuando busco trabajo muchas ofertas dicen “buscamos gente joven con proyección de 25 a 35 años” y apocalípticamente me asusté, me puse a juntar dinero, no vaya a pasar que en cinco años ya no tenga trabajo.


Es curioso. Hace 10 años dejé de celebrar mi cumpleaños y más de alguna vez los cumplí sin darme cuenta. Esta vez me preparé con antelación, mentalmente y en la práctica ya decía que tenía treinta. Al abrir los ojos está mañana me di cuenta que no es lo mismo decirlo que tenerlos.

Al despertar mi hermana veinteañera me dijo “Hermano..Treinta años” ¿Deprimido?
No Valentina, estoy pensando no más.

Treinta, cerraditos.