
Nunca he sido un especial amante del cine, hasta vergüenza me da el confesar que la película que más he visto ha sido “Fuga de alcatraz”, donde aún a la cuarta vez que la vi, pensaba que los guardias encontrarían a los que intentaban la libertad.
Pero como todo se trasforma, he evolucionado algo y ahora creo ser un buen simpatizante del cine, al menos .
Y agradezco a los japoneses, supongo y corregirme en caso necesario, que dimos el salto del VHS al “de-uve-de” hace varios años donde hemos podido elegir en que lengua preferimos escuchar la película en cuestión. Tengo una nueva, es alemana y me plantee si escucharla en el idioma original que no entiendo nada o en “español”, a ver que tal.
Vi el trailer en castellano y fue un desastre, era como ver los Teletubbies o Los Simpsons junto a las voces de Bart y Lisa.
Los españoles están acostumbrados a ver películas traducidas lo que ya es malo en si, súmese a ello que la calidad es bastante triste… perdonadme pero es innegable.
Tengo la sensación que son solo 10 personas entre actores y actrices que participan en la traducción. A todos les siento la misma voz,lo que es peor con escasa y nula emoción cuando es imprescindible.
Tengo triple influencia para tener esta sensación. Uno, en Chile las películas si se ven en versión original, salvo las de niños por lógica. Dos las escasas traducciones son de calidad. Tres, he escuchado el acento latino por casi treinta años.
Agradezco que existan un par de cines en Barcelona que exhiben las películas en el idioma original y estoy convencido que siempre será mejor que en “español”, sea en alemán, hebreo, chino o sueco.
La “peli” alemana, la vi en alemán y las británicas en inglés.
Debe que ser que aún no logro aceptar que Anthony Hopkins diga “venga tío”.