Con en el trabajo nuevo. Con tantos pensamientos en mente ,olvidé que hace un par de semanas cumplí dos años en tierras europeas.
No es mucho, no es poco. Es extraño.
Pienso que estoy más acostumbrado. Con la mezcla constante de querer regresar a Chile y con la certidumbre que con cada día que pasa será más difícil. Sospecho que mi acostumbramiento será mayor y mi sorpresa será menos evidente.
Tantas cosas han pasado en mi en dos años!
Si tuviera que destacar cual ha sido mi mayor ganancia de estar aquí no lo dudaría. Los amigos que he adquirido son con mucho lo más valioso.
Y es tremendamente agradable que sean de origen diferente, culturas diferentes y comportamientos distintos.
No deja de ser curioso que entre ellos solo se encuentra un catalán y un español, ningún chileno , que considero realmente amigos.
Mis alegrías pudiera ampliarlas a cada uno de los lugares que he podido visitar. Puedo mantener contacto regular con ellos y se vislumbran nuevos encuentros y visitas.
Un fránces, un español-alemán, mi amigo de Malta y el de Holanda, creo que hoy por hoy son alegrías cercanas que puedo conseguir al verlos.
Este mes que comienza será bueno para mi. Mi séptima visita a Madrid, el reencuentro con mi hermano “chileno” y la visita de dos de mis amigos harán que sean 30 días de los buenos.
Completaré once días de trabajo sin descanso. Estoy agotado. Pero abril ya termina.
El mes de mi llegada a Europa, el mes que cumplí treinta años