Tengo unas ganas casi irresistibles de tomar una Inca Kola. Vi una película peruana que se estrenó en Lima hace ocho años, cuando los celulares eran grandes y yo tomaba bebidas gaseosas. Yo era ingenuo , tanto que fuimos a cenar a un Mc Donald’s antes de ir al cine esa noche en Lima , yo bebiendo el refresco limeño, de medio litro y comprándome unos plátanos fritos por la calle, con unos cuantos soles que ni siquiera se si existen. Ahora ni voy al Mc Donald’s, ni bebo Inca Kola, ni como plátanos fritos por la calle , y ni siquiera me acuerdo como eran los soles.
Pero las películas y canciones tienen esa magia extraña que nos hacen recordar los capítulos de la vida como quien retrocede un dvd . Aquel cargado de ilusión e ideales de joven finiquitando la adolescencia, con proyectos y sueños ambiciosos. Hasta ganas de tomar la famosa Inca Kola me dieron, también de comer plátanos fritos.
Silvio dice quisiera ser 10 años más joven que feliz y a veces pienso que es posible.
Escribiría esto ahora desde un Mc Donald’s, junto a una bebida con burbujas y no desde nuestro piso alquilado en Barcelona junto a un café con cognac.
Así me cambia la vida, así nos cambia.
1 comentario:
Yo me esfuerzo para que los años no sean mi mordaza, ni saber demasiado, ni que la vida me cambie.
Sólo que ahora digo el doble de garabatos... chilenos y españoles, je je.
Saludos.
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