Guernika

Nunca he sido especialmente apreciativo de las obras de artes, me gustan un par de pintores, pero no mucho más.
Con todo, tener la posibilidad de ver las obras de Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró, es una experiencia imperdible. Aquello fue en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía, en Madrid.
En una parte de mi casa, de las que habitaba cuando era niño, había una fotografía del Guernika. No sabía que era, solo veía gente loca y caballos con cabezas partidas, yo fui un niño que creció con esa foto. En la adolescencia con algo más de conocimiento, ya sabía quien la había pintado y cuando tuve que elegir una pintura en el colegio para hacer un trabajo, elegí a Picasso.
Pero no imaginé que cuando estuviera frente a ese cuadro en la realidad, pasará casi media hora mirándolo. Vi muchísimas más cosas que en la simple foto, que había visto ciento de veces.

Por algo existen los museos





En la fotografía se muestra el tamaño real, comparándolo con la mujer. El museo no permitia tomar fotografías, con personal vigilante y cámaras en todos los sitios era imposible hacerse el audaz. No niego que lo intenté, pero no deseaba problemas.
Encontré una foto de quien si se atrevió. Los problemas posteriores no lo sé.