Un cocinero, pero no chileno por favor

Tenía la tarea grata e ingrata a la vez, de hallar a un subchef, que fuera un real apoyo a mi trabajo. El perfil estaba creado. Un cocinero de unos 25 años, con ganas de trabajar, que no fuera una “estrella” de cocina, idealmente con estudios en cocina. Alguien dispuesto a hacerse cargo de una cena importante y de una personalidad que encajará con la mía y la de los demás en el catering en el cual trabajo.
No tenía requisito en cuanto su nacionalidad, solo buscaba a alguien que me entendiera con claridad.
El primero en confirmarme que vendría era un chileno el cual nunca llegó. El segundo fue más grave, puesto que hicimos un acuerdo concreto, algo así como palabra de cocinero. Comenzaría el lunes a las 8 , firmaría contrato y tendría su primer día de trabajo. También era chileno y como es tradición nuestra, no apareció , apagó su teléfono , se escondió, y no dio explicación, desapareció . A los dos días, gracias a su hermana que llamó, me enteré que me había engañado.
En la nueva busqueda de un cocinero, agregaba un nuevo item al perfil : de nacionalidad cualquiera, excepto chilena. Jamás lo pensé.
Mañana aparece el nuevo cocinero, no , no es chileno, es fránces y que terminará hablando castellano como un chileno. Como un chileno responsable.