Mis zuecos de cocinero se han roto. Los dos a la vez!. Les tuve cariño, aun cuando permitía que se mojaran mis calcetines. A pesar de que muchas veces lo único que quería era apartarlos de mi, mantuvimos una relación por dieciocho meses. Pero dieciocho meses , bien vividos, nos veiamos casi cada día. Compartimos muchos momentos de intimidad y de sacrificio también, porque no decirlo.
Intentamos que la relación continuara , luego de la primera ruptura. Hablamos de esto y conseguí que aceptara ponerles un trozo de cartón entre mis calcetines y la planta rota. No funcionó , ya no era lo mismo.
La gente nos veía bien, como una pareja perfecta. Yo bien peinado y con mi chaqueta planchada. El bien lustrado y con postura firme. Pero era realmente doloroso esconder que existía un trozo de cartón entre nosotros.
Pero hoy asumo está ruptura con dignidad.
No será mi primer ni último desengaño.
